Cada 11 segundos se produce un nuevo ataque ransomware en el mundo, lo que traduce a unos 20 mil millones de dólares en pérdidas, un poco más de 80.000 dólares de coste medio en cada ataque. Como hemos comentado en más de una ocasión, no todas las empresas cuentan con la infraestructura de seguridad perimetral necesaria para evitar estos ataques, pero una vez ocurrida la encriptación de los datos, nos encontramos con que muchas de estas empresas tampoco tienen unas políticas de copias de seguridad capaces de revertir el ataque, perdiendo los datos o teniendo que negociar con los ciberdelicuentes en situaciones de clara vulnerabilidad.